Dicho trimestre estuvo marcado por el accidente del vuelo JK 5022 del pasado 20 de agosto en Barajas, que según admite Scandinavian Airlines (SAS), compañía propietaria de Spanair, afectó durante un tiempo a las ventas de la filial española.

De hecho, los ingresos del periodo alcanzaron los 3.204 millones de coronas (321,6 millones de euros), un 8,4% menos que en idéntico periodo de 2007.

Además la caída de los ingresos y las ventas impactó también en el Ebitdar que se situó en los 110 millones de coronas (11 de euros) un 75,4% menos que en 2007.

En consecuencia, en lo que va de año, Spanair ha multiplicado por siete las pérdidas de 2007, alcanzando los 641 millones de coronas (64,3 de euros). También han caído un 4,2% los ingresos, hasta los 8.282 millones de coronas (831,5 de euros).

Además de al accidente, SAS atribuye los malos resultados de Spanair a los altos costes del carburante y a la debilidad de la demanda, afectada por la crisis económica internacional.

Asimismo, culpa de las pérdidas a la sobreoferta aérea existente en España y a la competencia del AVE.

Spanair presentó un plan de viabilidad a finales de junio que entre otras medidas reducirá en un tercio su plantilla y en un 25% su oferta para recortar unos 90 millones de euros los gastos en 2009.