El Tratado Antártico, al carecer de Secretaría Permanente, oliga a los países que configuran la parte consultiva del tratado a hacer de anfitriones, por lo que España acogerá por segunda vez esta reunión, que Rodríguez Ponga calificó de gran importancia "ya que el futuro de la humanidad depende del cuidado que tengamos sobre la Antártida".

La delegación española aportará a la reunión, entre otros, los estudios "Ruidos y descargas sónicas antropogénicas y su impacto en las poblaciones de mamíferos marinos"; es decir, las señales acústicas que provocan daños a l fauna marina, y "La Pesca ilegal", sobre la que se hará especial incidencia por ser uno de los temas que más preocupan al Ejecutivo español.

Con motivo de la cumbre se celebrará una exposición abierta al público, en el Palacio de Congresos de Madrid, durante los tres fines de semana en los que se celebre la reunión, con una parte histórica y otra sobre ciencia actual relacionada con España y la Antártida. Tendrá lugar, además, un ciclo de conferencias bajo el título "Antártida: Ciencia y Relaciones Iternacionales en el Extremo Sur del Planeta".

La XXVI cumbre del Tratado Antártico será inaugurada por el Príncipe de Asturias y a ella acudirá también la minsitra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez.