A su juicio, estas tragedias "son consecuencia directa de la política de inmigración que cierra las vías normales de entrada, dejando como única alternativa viajes cada vez más caros y peligrosos".

Además, esta organización se quejó en un comunicado de que, "ante este drama humano evitable", Europa y España "cierran los ojos y continúan apostando por la Europa fortaleza mediante el blindaje de fronteras, control marítimo y expulsiones".

"El resultado", prosiguió, "es que se sigue dejando a miles de personas en situación irregular, se favorece el tráfico ilegal de personas y se promueve la tragedia de más muertes en el mar".

"Se contabilizan 4.003 muertes y desapariciones entre el año 1998 y 2007, pero seguramente es un dato que tan sólo se aproxima a la realidad, que posiblemente es aun mucho más dramática", concluyó SOS Racismo.