ACOSO

SOS BULLYING AFIRMA QUE EL ÉXITO DE LAS MEDIDAS CONTRA EL ACOSO DEPENDE DE REACCIONAR CON PRONTITUD

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de la asociación SOS Bullying, Ferrán Barri, afirmó hoy que, cuando se da un caso de acoso escolar, "garantizar la seguridad del menor no es fácil", y el éxito de las medidas que se tomen "dependerá de la prontitud con que el caso sea conocido por los profesores".

En declaraciones a Servimedia, Barri precisó que "cuanto más se 'enquiste' un caso, más costará romper" con el acoso. El éxito de las medidas que se emprendan dependerá, también, de la formación, información y medios de que disponga el profesorado. En este sentido, añadió que "hoy no disponemos de demasiados".

Barri explicó que los menores están amparados por un Decreto de derechos y deberes de alumnos, en el que se recoge que tienen derecho a que se respete su integridad física y psicológica.

Ante casos de bullying, como el de la menor de Burgos que, este lunes, fue apedreada por una treintena de compañeros de clase, Barri apuntó que "lo que tiene que hacer el menor es poner el hecho en conocimiento de los adultos más próximos, que son los padres y los profesores, para que tomen medidas".

En la práctica, al niño le cuesta mucho denunciar la situación, por el pánico a ser agredido después del horario escolar, cuando salga a la calle. A esto se suma al temor de que los adultos consideren su problema como una "chiquillada" y la profunda vergüenza que produce ser acosado, llegándose a culpabilizar y a considerar que merecen el acoso, porque son diferentes.

En este sentido, Barri consideró que es clave, para el menor acosado, contar con el apoyo de sus padres, que deben convencerle de la necesidad de que el centro tome medidas. En el caso de que exista alguna lesión física o psicológica grave, habrá que denunciar ante los juzgados o ante la policía.

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN CENTROS ESCOLARES

El profesor suele ser el último en enterarse, porque las situaciones de acoso se dan a sus espaldas. De ahí la importancia de que los padres pongan en conocimiento del docente el caso.

El profesor debe actuar, observar la situación y garantizar al alumno acosado la seguridad, impidiendo que, en ningún momento, estén juntos y solos los presuntos acosadores y el acosado.

Además, debe proceder a un trabajo en valores a nivel de grupo, en la clase. El acoso tiene lugar en grupo, y la finalidad de los acosadores es que este grupo le adjudique una capacidad de liderazgo que, de otro modo, no tendría. Por ello, es importante que el grupo rechace de plano las situaciones de acoso, en vez de apoyarlas.

"Es muy difícil reeducar al acosador, pero es fácil reconducir la manipulación de la que es víctima el grupo para que, en vez de aceptarlo, lo rechace", señaló Barri.

Para la reeducación de los agresores, es necesario actuar en colaboración con sus familias, de modo que les exijan cambios de actitud y apoyen esta reeducación en valores.

El problema es que, a menudo, los acosadores provienen de un entorno familiar en el que también se dan situaciones de maltrato y acoso; de ahí que reproduzcan este tipo de conducta.

Por otro lado, se tiene que ofrecer ayuda psicológica al menor agredido porque, normalmente, su capacidad de relación y su autoestima quedan gravemente afectadas.

La asociación SOS Bullying ofrece ayuda a menores víctimas de acoso escolar, a través de un número de teléfono y una página web, a la que las víctimas y sus familias pueden acudir para pedir ayuda e información.

(SERVIMEDIA)
06 Sep 2006
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