Sobre las cuatro de la tarde del pasado domingo, el párroco llamó al 091 desde un domicilio próximo al templo para informar del robo que dos inividuos estaban cometiendo.

Agentes de un coche patrulla entraron en la iglesia por la puerta, que estaba abierta, y vieron a los dos jóvenes que pretendían huir después de haberse apoderado de diversos objetos sagrados, por lo que fueron detenidos.

Hace unos días, los presuntos autores del robo habían sustraído de la misma iglesia la llave de la puerta principal, por lo que desde ese momento el personal de la parroquia había extremado las medidas de seguridad para evitar un posible expolio.

Juan Parrilla Gómez tiene 5 antecedentes policiales por robo con violencia y reclamación judicial, mientras que Paloma Sánchez fue detenida en tres ocasiones por hechos similares. Al parecer, ambos son adictos a las drogas.