"Muchos de los que organizan estos conciertos no saben nada de lo que es un cantante, quien es el bueno o e malo, y se prestan porque les han dicho que ese es el mejor porque es el que más cobra", afirmó la soprano.

"Tanto cobras tanto vales, y los municipios y ayuntamientos han considerado que esos son los mejores y tienen que pagar esas cantidades para tener los mejores", explicó Victoria de los Angeles. "Se han hecho unos gastos extraordinarios en favor de unos individuos y se han dejado las cosas importantes, incluso sociales".

"Me parece que es un caso de sano juicio de las autoridades, porque so subvenciones que vienen del contribuyente", sentenció la cantante, "porque en el pago de estas cantidades hay un engaño fabuloso, no sólo para el que dirige sino también para el público. Con el dinero del contribuyente no se pueden hacer unos gastos extraordinarios por ignorancia e innecesarios".

Para la soprano, el alto `caché' de estos artistas es lo que ha provocado la proliferación de los macroconciertos de ópera, "donde se pierde la autenticidad de lo que es la música. No hay necesidad de grande gastos para una representación".

Victoria de los Angeles, que durante esta semana dirigirá en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander un curso de técnica vocal, criticó también la escasa atención que en España se presta al estudio de la música y al del canto en particular.

"En España la parte pedagógica está mal", señaló la soprano, "ya que desde pequeños se debería estudiar en las escuelas, al menos solfeo y algún instrumento. La pedagogía no está a la altura de la cantra de nuestro país".