Algunos de los que se negaron a participar aludieron que su actividad no era relevante para el calentamiento global, o que no tenían recursos para facilitar dicha información, según informó el diario "The Guardian".

Entre las empresas que sí tomaron parte en la encuesta de CDA se encuentra la petrolera Shell, que reconoció haber emitido 743 millones de toneladas de dióxido de carbono durante el pasado año, lo que supera los 587 millones de toneladas emitidas por el Reino Unido en su conjunto, Rio Tinto (660 millones de toneladas) y BP (521 millones de toneladas).

Por su parte, Drax, la principal central termoeléctrica del Reino Unido, también respondió la encuesta dando información detallada, pero bajo condición de que no se hiciera pública.

Organizaciones medioambientales como Friends of the Earth (Amigos de la Tierra) han criticado la tendencia a no informar sobre las emisiones de CO2, lo que a su juicio muestra que no se puede confiar en que las empresas faciliten datos fundamentales sobre su actividad de forma voluntaria.

Por su parte, la organización medioambiental Platform considera que es necesario regular a empresas que basan su rentabilidad en incrementar la cantidad de combustibles fósiles que extraen, como ocurre con las del sector petrolero.