El texto también faculta a las comunidades autónomas que hayan aplicado el llamado impuesto sanitario sobre los carburantes a devolverlo a los transportistas que lo hayan soportado.

Según informó hoy la patronal de pequeños y medianos transportistas Fenadismer, la cuantía máxima a devolver no excederá de 50.000 litros por vehículo y año, tanto para autobuses como camiones. En el caso de los taxis serán 5.000 litros por vehículo y año.

Será obligatorio que los interesados utilicen tarjetas de pago de suministro de carburantes, respecto de las cuales solicitarán la devolución.

Para 2007, la cantidad a devolver al transportista irá en función del impuesto que el Gobierno establezca para el gasóleo de uso particular. En el caso de que el Gobierno establezca exclusivamente el mínimo exigido por la Unión Europea, la devolución será de 1 céntimo de euro por litro consumido, a lo que habrá que añadir lo que aprueben las comunidades autónomas como devolución del céntimo sanitario (que oscila entre 1,2 y 2,4 céntimos por litro).

De prosperar este proyecto, los autónomos con furgoneta, las flotas de turismos y furgonetas de empresas comercializadoras, distribuidoras, de reparto, de servicio a domicilio o de publicidad exterior, por ejemplo, no podrían beneficiarse de la menor carga fiscal del gasóleo profesional.