El estudio se refiere a los jóvenes menores de 35 años y compara la situación de los siguientes países: Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Rumanía, Suecia, Eslovenia y Eslovaquia.

De todos ellos, España es el país que presenta una mayor movilidad académica ascendente, como consecuencia presumiblemente tanto del esfuerzo educativo realizado durante las últimas décadas como de los bajos niveles de partida.

El hecho es que en ningún país hay sólo un 5% de pares con mayor formación que sus hijos. En Eslovaquia hay un 6%, en Italia un 8% o en Rumanía un 9%. Por contra, presentan significativos niveles de movilidad descendente Finlandia (29%), Suecia (28%) o Austria (22%).

Otro dato notable que se desprende del estudio de Eurostat es que, aunque España tiene una de las mayores tasas de abandono escolar en Primaria, en donde se plantan un 35% de los estudiantes, también es el país en que un mayor porcentaje de quienes empezaron los estudios acaban como diploados o licenciados universitarios, un 43%.

La explicación estriba, de acuerdo con estos datos de Eurostat, en que en la Secundaria, el tramo intermedio entre la Primaria y la Universidad, ponen fin a su trayectoria académica la mayoría de los estudiantes de los países europeos analizados y sólo un 22% de los españoles.

El 43% de estudiantes que llegan a los niveles de diplomaturas o licenciaturas en España es superior a cualquier otro país: Austria (11%), Bélgica (41%), Dinamarca (19%), Finlandia(32%), Francia (37%), Grecia (27%), Hungría (15%), Italia (14%), Holanda (34%), Portugal (17%), Rumanía (10%), Suecia (24%), Eslovenia (22%) y Eslovaquia (10%).