De acuerdo con este sondeo, un 42,5 por ciento defienden una intervención seletiva y moderada en la economía, un 25,3 por cien apuesta por políticas decididamente estatistas y planificadoras y un 13,4 por cien respalda las tesis más ultraliberales.

Los colectivos más partidarios del intervencionismo económico son los parados, los votantes de Izquierda Unida, los que se consideran clase trabajadora y las personas que viven en las comunidades de Andalucía, Valencia y Extremadura.

Según los autores de la encuesta, "las opiniones mayoritarias no solamente están inclinadas haci una concepción moderada y flexible de la intervención del Estado, sino que, por razones de edad, todo parece indicar que esta tendencia es la que se irá afianzando cada vez en mayor grado, ya que son precisamente los encuestados más jóvenes los que en mayor grado manifiestan este criterio".