Según los informes policiales que obran en poder del juez instructor Juan López Gayá, en la citada sucursal de la Banca Abel Matutes se ingresaron, y posteriormente se fragmentaron en diferentes cheques, 40 millones de pesetas de la compaña concesionaria del Túnel de Sóller. Las operaciones se realizaron en 1.989, un año después de que se adjudicase el proyecto. Una parte del dinero fue localizado en cuentas de proveedores o allegados del Partido Popular de Baleares.

Según aseguró después de la declaración de Biarnés Jaime Bueno, abogado de Izquierda Unida que ejerce la acusación particular, "llama la atención el obstinado y pertinaz silencio de Biarnés que responde a un interés común que podría explicarse políticamente aun cuando no jrídicamente ni legalmente".

Izquierda Unida asegura que el antiguo director de la sucursal bancaria "sigue escudándose en el parapeto del silencio y del olvido" al referirse a las operaciones bancarias que fueron realizadas, según la acusación particular, por el consejero de la Función Publica e Interior balear, ex secretario general del PP de las islas, José Antonio Berastain. Este fue reconocido el pasado viernes ante el juez por un empleado de la sucursal de la Plaza del Rosario como "un cliente haitual".

También declaró hoy ante el juez López Gayá una empleada de una sucursal de la Caja de Ahorros de Baleares Sa Nostra en la que presuntamente se cobró dinero procedente del Túnel de Sóller. La acusación particular asegura que tampoco recuerda quién efectuó las operaciones bancarias.

El escándalo del Túnel de Sóller provocó la dimisión el verano pasado de Gabriel Cañellas, como presidente del Gobierno balear. Cañellas presidía el ejecutivo autonómico en noviembre de 1.988, cuando el proyect fue adjudicado a la empresa de Antoni Cuart.