"Nosotros enviamos a voluntarios a los domicilios en los qe se les necesita. Van dos o tres horas cada semana, ayudando a estas personas en las labores fundamentales del hogar, aunque también les acompañan al cine, al teatro o a tomar una caña", comentó Caravantes.

Este proyecto cuenta con 400 voluntarios que durante este año prestarán ayuda a 1.100 ancianos y discapacitados. Se organizan por turnos, de tal forma que cada viernes un voluntario acude a un domicilio de cinco a ocho de la tarde. Asimismo, hay personas que no necesitan una asistencia semanal, sio puntual (una visita al médico por ejemplo).

"No queremos que se involucren más horas porque el voluntario no tiene que quitar un puesto de trabajo, no es un asistente social. Eso es contraproducente. Además, si el compromiso fuera de mayor tiempo, el voluntario se quema", aclaró la responsable del proyecto, quien recalcó la necesidad de voluntarios para este proyecto.

Solidarios para el Desarrollo ofrece cursos de formación para aquellas personas que realizan por primera vez una tarea de voluntriado. También procura encuentros mensuales en alguna delegación para que la gente que integra este y otros proyectos similares se conozca.

Aunque, según comentó Caravantes, la mayor parte del voluntariado está formado por gente joven, también "hay personas mayores que no sufren la soledad pero que saben lo mal que se pasa con ella".

El Programa de Atención a Domicilio se realiza con una colaboración económica del Ayuntamiento de Madrid y la aportación, por parte de la Universidad Complutense, dedos sedes y parte de la infraestructura.