González Gutiérrez, que prestaba el servicio militar en la compañía 52 del Grupo de Operaciones Especiales (Coes) con base en Castrillo del Val (Burgos), llegó a su domicilio en la localidad cántabra d San Felices de Buelna en la noche del pasado martes con "el miedo en el cuerpo", según su familia.

El soldado explicó a su familia que había dejado el destacamento porque "no quería romper la cabeza a nadie ya que me va a costar un disgusto".

Durante el mes y medio que este joven permaneció bajo la disciplina de los Coes, fue sometido a todo tipo de malos tratos y coacciones, según su versión.

El detonante para que González desertara fueron las maniobras realizadas durante el pasado martes.Después de olvidarse de una prenda de su equipo, el soldado fue obligado a cargar con una piedra de 15 kilos con la que tuvo que recorrer el campo con sus compañeros.

En el momento en el que cayó al suelo, un suboficial le pateó la cabeza y otras partes del cuerpo. Cuando regresó al campamento, el joven tuvo fuertes vómitos, por lo que decidió volver a casa.

González volverá hoy a su cuartel después de que las autoridades militares le hayan prometido un cambio de destino.