SOLCHAGA INSTA A LAS GRANDES POTENCIAS A GARANTIZAR UN MARCO ESTABLE EN LA ECONOMIA INTERNACIONL

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro de Economía, Carlos Solchaga, pidió hoy ante el Fondo Monetario Internacional en Washington que las grandes potencias económicas garanticen un "marco internacional estable" sacrificando si es preciso sus objetivos domésticos a corto plazo.

Según el texto de su intervención, difundido esta tarde por el Ministerio de Economía, Solchaga puso como ejemplo de actuación responsable a imitar por los países más desarrollados la decisión de España de incorporase al Sistema Monetario Europeo para reforzar "la credibilidad de nuestro compromiso antiinflacionista".

"El escrupuloso cumplimiento por nuestra parte de las obligaciones impuestas por estos mecanismos", recalcó, "nos legitima para reclamar a los países con un mayor peso en la economía mundial que, ante las contradicciones que puedan producirse entre sus objetivos domésticos y sus obvias responsabilidades internacionales no opten por sacrificar irreversiblemene la posibilidad de lograr un marco econóico internacional estable".

Solchaga indicó que "fracasar en ese objetivo nos conduciría a una frustración colectiva de la que, probablemente tardaríamos demasiado tiempo en recuperarnos". A su juicio, "en una economía integrada como la actual, los esfuerzos nacionales pueden resultar baldíos si no somos, entre todos, capaces de preservar la estabilidad del sistema económico global".

CONTENER LA INFLACION

Por otra parte, el ministro español auguró que la inflación crecerá durante 1991 en las ecnomías industrializadas, por cuarta vez consecutiva, más que en los doce meses precedentes, pese a lo cual se mostró "razonablemente optimista sobre las perspectivas a medio plazo".

En su opinión, es previsible que a partir de 1992 se reanude la expansión económica y pueda reducirse sustancialmente el crecimiento de los precios. Vaticinó que esta recuperación se apoyará en las decididas políticas antiinflacionistas de los países desarrollados, las políticas liberalizadoras practicadas durante los últios años y la caída en el precio del crudo.

Advirtió, sin embargo, que es necesario no dejarse llevar por la autocomplacencia y tener siempre en cuenta que "el éxito en este empeño depende de nuestros propios esfuerzos domésticos y, a su vez, la intensidad de estos, de nuestra capacidad para persuadir a nuestros agentes económicos y sociales de la necesidad de repartir eficiente y equitativamente los incrementos de productividad".

A este respecto, señaló que "en países como España han tenido una rca y fructífera tradición la concertación económica y social, la búsqueda de amplios pactos entre las autoridades económicas y los agentes sociales puede ser una vía adecuada para acercar en el tiempo la estabilidad y, por ende, la prosperidad".

(SERVIMEDIA)
29 Abr 1991
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