Solchaga, que intervino ante un auditorio de empresarios y banqueros reunidos en Madrid por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), adelantó tambié que no habrá diálogo social sobre el recorte de las prestaciones de paro y que rebajará el objetivo de crecimiento del PIB para este año, fijado en el 3 por cien.

El ministro dijo que las renteciones del IRPF están creciendo "muy poco" en lo que va de año, lo que, unido a los aplazamientos en el pago de impuestos que están solicitando muchas empresas con dificultades de tesorería, son dos de las causas que han disparado el déficit en los primeros meses del año.

Para corregir esa desviación, Solcaga señaló que "quizás" Hacienda tenga que "reconsiderar" en las próximas semanas el nivel de las retenciones. En todo caso, añadió, el Gobierno confia en lograr el objetivo de déficit del Estado para 1992.

EL DIALOGO CON LOS SINDICATOS

El ministro dedicó la mayor parte de su intervención a dejar claro que el Gobierno mantendrá el Plan de Convergencia, a pesar del resultado negativo del referéndum de Dinamarca y de la oposición de los sindicatos.

A este respecto, subrayó que no habrá cambios enlas reformas estructurales ya aprobadas y, concretamente, se mostró convencido de que "no se puede discutir" ni el nuevo sistema de desempleo ni la ley de huelga, porque ambas están tramitándose en el Parlamento.

En su opinión, los sindicatos, como cualquier otra "asociación", tienen la posibilidad de "hablar" con los grupos parlamentarios para intentar convencerles de que modifiquen ambos proyectos de acuerdo con sus criterios, pero sin pretender que lo haga el Gobierno.

"No podemos estar todos os días discutiendo y rediscutiendo los mismos temas", explicó, para recordar a continuación que el proyecto de ley de huelga fue objeto de conversaciones "durante meses" entre el Ministerio de Trabajo, la patronal CEOE y los sindicatos UGT y CCOO.

Solchaga dijo también que las propuestas sindicales no van "en el sentido de la convergencia", aunque se mostró dispuesto a negociar una política de rentas basada en convenios colectivos coherentes con el objetivo de inflación del Plan de Convergencia.

La moderación salarial, explicó, será clave para conseguir los objetivos del plan en déficit público e inflación, especialmente si se tiene en cuenta que el tipo medio del IVA crecerá el año que viene del 13 al 15 por cien, haciendo aumentar los precios.

En caso de que la moderación salarial no se produzca, y que los objetivos de Maastricht estén en peligro, Solchaga explicó que está dispuesto a sacrificar el crecimiento económico para estabilizar la economía.

Concretamente, dijo que realizará un política macroeconómica restrictiva (aunque eludió hablar de "ajuste") si ve que están en peligro los objetivos de inflación y déficit público en los dos años previos a entrada en la última fase de la Unión Económica y Monetaria, es decir, 1985 y 1986.

Solchaga reiteró su posición contraria a celebrar en España un referéndum sobre Maastricht, aduciendo que, pese a estar convencido de que ganaría el sí, daría pábulo a la "alianza impía" formada por quienes se oponen a la plena integración de España enEuropa.

NUEVAS REFORMAS

En relación con el mercado laboral, Solchaga dijo que no es partidario del despido libre, pero sí de su abaratamiento, así como de legalizar las agencias privadas de colocación, ya que el INEM sólo coloca actualmente al 9 por cien de los parados.

Respecto a estas agencias, el ministro dio a entender que el Gobierno aprobará las agencias privadas de colocación temporal, como un primer paso para luego dar el visto bueno a la gestión privada de colocaciones de todo tipo de rabajos.

Se refirió también a la reconversión de la siderurgia integral, integrada por Altos Hornos de Vizcaya y Ensidesa, y dijo que su financiación tendrán un coste "extraordinario" en los próximos diez años, pero que el Gobierno buscará el dinero para llevarla adelante.