SOLCHAGA CREE QUE LA REACCIÓN INSTITUCIONAL VACUNÓ A ESPAÑA CONTRA TENTACIONES GOLPISTAS FUTURAS
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Carlos Solchaga, uno de los parlamentarios que estaba en la Mesa del Congreso de los Diputados durante el intento de golpe de Estado del 23-F, aseguró hoy que la reacción de las instituciones en aquella ocasión vacunó a España de posibles tentaciones golpistas en los años siguientes.
Solana acudió como invitado a la sesión plenaria de hoy, en la que se leyó una declaración institucional con la que el Congreso reafirma los valores democráticos 25 años después del asalto militar.
"Lo mejor fue que las instituciones, comenzando por la Monarquía, respondieron a lo que fue el mayor ataque que ha sufrido la democracia en España y, al hacerlo, inocularon una especie de vacuna que nos sirvió seguramente para evitar cualquier tipo de tentación en un país donde, desgraciadamente, durante los 150 años anteriores a 1981 el recurso a pronunciamientos y políticas de fuerza habían sido casi una constante histórica", aseguró.
Solchaga recordó en los pasillos del Congreso que aquella tarde hacía bastante frío y todos habían dejado olvidados sus abrigos y gabardinas en la "M-30", nombre con el que se llama coloquialmente al pasillo semicircular que rodea al hemiciclo.
En un momento dado pensó que la noche podía terminar como la del golpe de Pinochet en Chile, "todos en un campo de fútbol o en la plaza de las Ventas".
"Excusando un pipí", explicó, fue a buscar su gabardina acompañado de un guardia civil, un joven de Pinto que le reconoció. "Me dijo: 'Señor Solchaga, no sabe cómo le admiro a usted, qué bien habla', y yo le dije 'bueno, y ¿qué coño haces aquí?'".
A medida que la noche avanzaba y los parlamentarios comprobaban que sus dirigentes, como Felipe González y Alfonso Guerra en el caso del PSOE, estaban vivos y no había novedades, el ambiente iba cambiando.
Una pequeña radio que tenía Abril Martorell permitía a unos cuantos diputados escuchar las noticias y, sobre todo, el discurso del Rey. "La incertidumbre seguía, pero el ambiente iba cambiando", relató Solchaga.
Hacia las tres de la mañana, explicó, el clima entre el grueso de la tropa que había asaltado el Congreso "no era ya de victoria", se veía a algunos guardias civiles "tumbados por algún sitio", y la mayoría había perdido "la prestancia propia del uniforme".
Ya después de amanecer, la discusión entre los propios diputados era sobre la forma más adecuada de zanjar el asunto, sin saber que eso ya estaba en marcha y "gente sensata" había decidido "arrestar a quien tenía que arrestar" y llevar a los dirigentes del golpe a juicio.
(SERVIMEDIA)
23 Feb 2006
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