El acto formal e la firma del acuerdo se realizará el próximo miércoles. No se sumará a él UGT, que se opuso desde el principio al acuerdo por entender que contiene una insuficiente oferta de empleo para 1991.

El retraso en la confirmación del preacuerdo, cuyo texto fue suscrito el pasado 6 de febrero entre Correos y los sindicatos, obedeció a las reticencias mostradas por Hacienda ante la elevación en un punto del nivel de los empleados de base del servicio postal, que los sindicatos cifran en 30.000.

Los trabjadores beneficiados son los carteros, clasificadores de correspondencia y empleados de ventanilla, principalmente. El importe total del aumento es de 1.700 millones de pesetas.

El temor de Hacienda apuntaba a la posibilidad de que la subida de nivel podía "contaminar" al resto de la Administración, generando expectativas en otros sectores de empleados públicos, a pesar de que la medida no supone un aumento en el presupuesto de Correos.

El presupuesto no se ve alterado, ya que los aumentos salariles se ven compensados por la supresión de las contrataciones temporales a las que Correos tenía que recurrir en años precedentes, unas 15.000 por ejercicio.

La "neutralidad" presupuestaria del acuerdo es consecuencia, entre otras cosas, del compromiso de productividad incluido en el mismo, que fija el objetivo de llegar a los 6.000 millones de envios postales al año.

El acuerdo que será firmado el miércoles establece para este año una oferta de empleo de 5.585 puestos de trabajo, actualmente ocuados por personal eventual. Además, garantiza la estabilidad de 3.592 contrataciones eventuales mediante la fórmula de fijos-discontinuos.

La definición de la plantilla básica para 1991 es la siguiente: 61.958 empleos, de los que 42.853 corresponderán funcionarios, 9.928 a laborales fijos actuales, 5.585 a nuevos empleados fijos y 3.592 a fijos discontinuos, suplentes y otras categorías.