Solchaga realiza esta propuesta en un libro que saldrá próximamente a la calle bajo el título de "El final de la edad dorada", en el que hace un repaso de la política económica desarrollada por el PSOE entre 1982 y 1993, y realiza una serie de prpuestas de cara al futuro.

El ex ministro asegura que hay que poner orden en el Estado del Bienestar teniendo en cuenta dos problemas: el envejecimiento progresivo de la población en España, con la consiguiente caída del número de cotizantes de la Seguridad Social, y el agotamiento de la presión fiscal como vía para que el Estado consiga más ingresos.

Solchaga propone la reducción significativa del periodo de cobertura de desempleo, que actualmente está fijado en dos años en lo que se refiere a l prestación contributiva, aunque al agotar ésta algunos colectivos pueden recibir el subsidio asistencial, equivalente al 75 por cien del salario mínimo, por razones de edad o cargas familiares.

También reclama la congelación de las pensiones más elevadas (actualmente el tope máximo es de 284.198 pesetas), el aumento de las no contributivas, y la aplicación de fórmulas de pago compartido en el gasto farmacéutico, iniciativa esta última que ya fue propuesta por el Gobierno del PP, que tuvo que dar marca atrás ante la fuerte reacción social suscitada.