Solbes explicó que el Gobierno debe ser "enormemente cuidadoso" para respetar al máximo lo que está establecido en el presupuesto y adoptar las medidas necsarias para que "las cifras no sólo cuadren en el papel, sino también en la realidad".

Por ello, apuntó la necesidad de "no echar las campanas al vuelo, porque tengo la impresión de que se está vendiendo un exceso de optimismo que no se corresponde con la realidad".

El ex ministro apuntó que el déficit público es el tema que más le preocupa, "porque es un elemento diferencial que puede al final acabar teniendo un aspecto negativo", aunque se alegró de que se estén cumpliendo los criterios de tipo de interés, tipos de cambio e inflación.

Solbes insistió en que el año de la moneda única será 1999, a pesar de las dificultades que están planteando algunos miembros de la Unión Europea, como Alemania. "Cualquier otra alternativa que no sea 1999 generará muchas dificultades desde el punto de vista práctico, incluso en cuanto al propio proceso de integración y ampliación europea", dijo.