Solbes hizo estas afirmaciones durante la clausura de las jornadas organizadas por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2007.

El agua ha tenido históricamente un coste cero, dijo el vicepresidente segundo del Gobierno, y lo que "se han pagado han sido los sistemas de trasvase, de conducción, y más recientemente los sistemas de depuración".

"Creo que hay que ponerle precio al agua", sentenció el ministro de Economía y Hacienda, e "introducir elementos que nos permitan discriminar en su utilización y hacer un modelo mucho más eficiente".

"No es un tema fácil" habido cuenta la "complejidad" de las situaciones, que son muy distintas. El "problema" es utilizar un recurso "muy demandado y escaso" en algunas zonas "con criterios económicos de mayor eficiencia que lo que hemos hecho hasta ahora".

En cuanto al recibo de la luz, Solbes indicó que la tarifa regulada -no así el mercado liberalizado- no ha incorporado "en la parte que le corresponde los incrementos de costes producidos en los últimos tiempos".

Eso ha provocado que haya que reconocer a las compañías eléctricas un déficit de tarifa para compensarles por unos menores ingresos sobre los gastos de generación, algo que "no es sostenible a largo plazo" porque no es "razonable" trasladar un coste a generaciones futuras y porque España se ha convertido en el país de la UE con mayor consumo por unidad de producto, consecuencia, según Solbes, del bajo precio de la luz.

El precio de la tarifa regulada debe aproximarse al del mercado "de forma progresiva", de forma que la tarifa "juegue un papel de recurso de última instancia" y no sea el sistema habitual.

Es un reto al que hay que "hacer frente", concluyó Solbes, y "cuanto antes mejor", puesto que, de lo contrario, el incremento del déficit de tarifa "puede ser explosivo".