Un contrato programa en el que las grandes cifras son las grandes protagonistas. Según señaló Borrell, los recursos del Estado para la compañía ferroviaria en el periodo que comprende e acuerdo, serán de 1,6 billones de pesetas, lo que supone, aseguró, una aportación aproximada de unos 800 millones de pesetas al día.

Entre las grandes cantidades del programa, figuran los 110.000 millones de pesetas que la empresa recibirá para amortizar la deuda histórica del Estado con Renfe, cifrada por el Ministerio de Economía en 599.400 millones de pesetas.

Según Borrell, en el tiempo de duración del contrato el Estado aportará a la compañía un total de 110.000 millones de pesetas para redcir el principal de la deuda histórica que tiene contraída con la compañía, además de pagar cada año los intereses que ese dinero genere, lo que supondrá que al final del periodo la deuda histórica de Renfe habrá disminuido.

Dicha deuda histórica supone en torno al 50 por ciento de la deuda total que actualmente tiene la compañía, cifrada en torno a los 1,2 billones de pesetas.

Pedro Solbes señaló que el contrato programa firmado hoy con Renfe supone "una apuesta decidida por la modernización de ste país y un compromiso financiero fuerte con Renfe por parte del Estado".

Borrell agregó que el contrato-programa es absolutamente realista con la situación de la compañía y además es un marco explícito para que Renfe sepa lo que tiene que hacer para cumplir sus objetivos.

Entre ellos, según señaló la presidenta de Renfe, Mercé Sala, figura el mantenimiento de las infraestructuras por cuenta del Estado, las subvenciones correspondientes para los servicios regionales y de cercanías, y un plan deviabilidad para el resto de los servicios, con el fin de cumplir los compromisos que tiene asumidos la compañía en su plan estratégico hasta el 98 y que supone el equilibrio financiero en las cuentas de resultados del resto de las actividades.

Ello incluye una aportación aproximada de unos 5.000 millones de pesetas para cofinanciar por parte del Estado el plan de excedentes laborales que la empresa tiene comprometido con los sindicatos y que supondrá la reducción no traumática de más de 2.000 puestos e trabajo.