En el debate a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado para 2009, Solbes afirmó que "en la medida en que las entidades de crédito dispongan de fondos, estoy seguro de que transferirán esos recursos a familias y empresas, ya que esa es la razón de ser de su negocio".

No obstante, advirtió de que también es de esperar "una sana contención voluntaria del nivel de endeudamiento de algunos agentes económicos".

Asimismo, el vicepresidente económico afirmó que "debemos ser realistas y aceptar" que las medidas adoptadas por el Gobierno y por los distintos organismos internacionales "sólo podrán mitigar, pero en ningún caso eliminar, los costes que conlleve la crisis que atravesamos".

Una crisis de la que también "surgirá un nuevo sistema financiero, que será distinto y probablemente redimensionado, pero con toda seguridad más sólido".

SISTEMA FINANCIERO SÓLIDO

En este sentido, reiteró que "en España contamos con un sistema financiero sólido, ampliamente reconocido en las instancias internacionales". "Y quiero insistir en este punto, porque hay quienes a veces parecen cuestionarlo sin ningún fundamento, suscitando con ello alguna innecesaria incertidumbre", añadió.

"Nuestras entidades son solventes y con escasa exposición directa a los activos tóxicos generados en Estados Unidos", señaló el vicepresidente, quien subrayó que esta fortaleza "es el fruto de una estricta supervisión del Banco de España, así como del trabajo de todos los que participan en la regulación del sector financiero".

Asimismo, comparó la situación del sistema financiero español con el de otros países, en los que "la intervención pública ha adoptado diversas formas, que van desde la nacionalización total o parcial, la compra de activos de mala calidad, la imposición de fusiones entre entidades o la garantía plena de todos los depósitos".

Sin embargo, subrayó que estas actuaciones "caso por caso demostraron no ser suficientes para restablecer la tranquilidad en los mercados y frenar el contagio", por lo que fue necesaria la actuación conjunta de los bancos centrales de las principales economías y de los países de la Unión Europea.

En su opinión, estas acciones "deben permitir que la recomposición del sector financiero, que debe continuar, tenga lugar de la forma más ordenada posible".

Solbes también se refirió a la evolución del precio del petróleo, cuya "moderación de forma notable" ha permitido que "las tensiones inflacionistas pasen a un segundo plano".

No obstante, advirtió de que "la fuerte volatilidad que ha mostrado este mercado obliga a seguir manteniendo una prudente cautela de cara al futuro".