Estos científicos, que presentaron el manifiesto en la reunión del grupo de trabajo de Bioseguridad del Convenio de Biodiversidad de la ONU, celebrado en Montereal (Canadá), advierten que las leguminosas tratadas con glifosato (herbicida al que se ha hecho resistente este tipo de soja) incrementan la producción de estrógenos.

En el documento solicitanla Unión Europea que revise la autorización de este producto y que lo retire del mercado para evitar daños en la salud. Además, han descubiertos otros efectos inexplicables, como que las vacas alimentadas con soja transgénica incrementan los niveles de grasa en la leche.

"Es terrorífico que la soja (RRS) haya sido introducida en nuestra cadena alimentaria con tal deficiencia de información, especialmente cuando un número tan elevado de los productos que se encuentran en el mercado (un 60%) contienen erivados de soja", añade el manifiesto.

A juicio de la organización ecologista Greempeace, la Comisión ha antepuesto los intereses comerciales a los de salud pública, al autorizar la soja transgénica violando la legislación europea y ha permitido el maíz, a pesar de contar con la oposición del Parlamento Europeo.