Según informaron fuentes jurídicas, el fiscal José María Luzón haría solicitado a Delgado que se decretara secreto sobre las actuaciones del Supremo, petición a la que se unió el juez Baltasar Garzón, mientras que Gómez de Liaño y otro imputado en el caso, el abogado Antonio García Trevijano, pedían que el sumario permaneciera abierto como hasta ahora.

Además, ante la situación que podía plantearse cuando Gómez de Liaño, que realiza su propia defensa, estuviera presente en los interrogatorios de Garzón, Joaquín Delgado decidió definitivamente decretar el secreto delas actuaciones, ante el enfado de García Trevijano, que calificó de "hipocresía" la actuación del juez.

Al decretar secreto para las actuaciones del Supremo, el instructor pretende evitar que algunos de los imputados citados a declarar pueda saber previamente a su interrogatorio lo que sucedió con otro de los imputados. Trevijano desafió al juez Delgado y dijo que esto es imposible, puesto que todos los implicados son amigos y se contarán lo que les pase en sus encuentros nada más que terminen sus repectivas vistas.

ENCUENTRO EN LOS PASILLOS

Ambos jueces fueron madrugadores y pasadas las 9,30 horas de la mañana entraban en el Tribunal Supremo, primero Garzón y luego Gómez de Liaño. El primero venía acompañado de su abogado, Manuel Medina González, amigo personal de Garzón y que ejercerá como su defensor, mientras que Liaño entró solo.

Además de los dos jueces, varios abogados de Prisa y otros que representan a abonados de Canal+ habían entrado en el Supremo para solicitar su personación enla causa abierta por el Alto Tribunal. La resolución de estas personaciones produjo un ligero retraso en el inicio de la vista fijada para hoy, lo que hizo que Garzón y Liaño coincidieran en los pasillos del Supremo.

Ambos paseaban a un lado y otro. En un momento, Garzón se dirigió a Liaño y le hizo un comentario, al que éste contestó en breves palabras, y los dos retornaron a caminar mientras esperaban la resolución definitiva de la Sala Segunda sobre sus respectivas comparecencias.

Tras la poléica surgida en torno al secreto sumarial, el instructor Joaquín Delgado procedió a interrogar como imputado, durante casi dos horas, al juez Baltasar Garzón, de cuya declaración no trascendió nada, mientras que el interrogatorio a Gómez de Liaño queda pendiente para el próximo lunes a las 9,30 de la mañana.

El Supremo acusa a ambos jueces de hasta seis posibles delitos, de acuerdo con las instrucciones recibidas desde la Fiscalía General del Estado, cuyo máximo responsable es Jesús Cardenal.

A Góez de Liaño se le imputan delitos de prevaricación, retardo malicioso en la administración de la justicia y simulación de delito, mientras que a Garzón se le acusa de omisión del deber de denunciar delitos, de omisión del deber de promover la persecución de un delito y de falsa acusación.