Martín Serrano, que presentó en rueda de prensa el estudio "La Tercera edad y el Consumo", afirmó que "no puede ser que casi la quinta pate de la población quede excluída de la participación social por un dato administrativo como la edad de jubilación".

A su juicio, los gobiernos deben emprender políticas de empleo para este colectivo, que durante su vida laboral ha acumulado experiencia, conocimientos y capacidades que pueden ser puestas al servicio de la sociedad.

Además, el sociólogo destacó que un posible empleo para las personas mayores podría ayudar a sanear la economía doméstica y satisfacer aquellas necesidades que no cubr con la prestación social que recibe del Estado.

Por otro lado, el sociólogo distinguió entre las necesidades de las personas de entre 60 y 79 años y las de más de 80 años. En el primer grupo, las demandas de la población son de ocio, cultura y participación social, mientras que en el segundo grupo las demandas ya son predominantemente de carácter asistencial y sanitario.

En general, el consumo específico durante la tercera edad, previsiblemente, experimentará un incremento y transformación vincuadas al ocio, a la teleseguridad y a la cultura, como consecuencia del mejor estado de salud y del más elevado nivel de formación.

En cuanto a la asistencia a las personas mayores, Martín Serrano advirtió de la escasez de hijas cuidadoras que habrá en el futuro, debido a la incorporación de la mujer al mercado laboral. Por ello, dijo, es de prever el aumento de la demanda de ayudas a domicilio que permitan a los ancianos a no abandonar su hogar para ir a una residencia.