Algunas encuestas parciales señalan que son los médicos de Reanimación los que sufren con más frecuencia los síntomas propios de este síndrome, seguidos por los oncólogos médicos.

Las fuentes consultadas indicaron que las unidades de Oncología Médica registran en la actualidad una gran presión aistencial. La Seom afirma que los 3 ó 4 profesionales que suelen integrar estos servicios deben atender a casi 1.000 pacientes nuevos que diagnostican cada año.

La situación es, a priori, algo mejor en las pocas unidades de Cuidados Paliativos existentes, ya que a pesar de que sus miembros tratan con enfermos terminales, sufren un menor nivel de "burn-out" al trabajar en equipo, un factor que protege a estos profesionales.