En ese libro, prologado por Jacques Delors, ex presidente de la Comisión Europea, Benegas hace una apuesta de fturo para el socialismo democrático a partir de la vigencia de sus principios y valores: la libertad, la tolerancia, la igualdad de oportunidades, la solidaridad y la cohesión social.

El dirigente socialista reconoce la eficacia del mercado pero no los valores del capitalismo, defiende el papel del Estado como moderador de las desigualdades sociales y el acercamiento de la política al ciudadano en el ámbito de las necesidades concretas y cotidianas.

El libro arranca con una reflexión sobre el proeso de mundialización y expone la necesidad de dar más relevancia al poder municipal, como complemento de aquella, con el fin de dar respuesta a los nuevos problemas que surgen en las sociedades avanzadas.

También hace una defensa del Estado de Bienestar en el sentido redistributivo, y propone una ampliación de la acción del Estado en favor de los ayuntamientos para atender eficazmente a los problemas más cotidianos de los ciudadanos.