Se ha producido un daño muy notable en el parque debido a la sequía de los últimos años, pero no es sólo un problema de aportación de aguas, sino también de contaminación por vertidos, de pérdidas en el sistema de distribución y, sobre todo, de sobreexplotación de acuíferos, que han aumentado notablemente", señaló Narbona.

Estos cultivos aprovechan el agua que debía llegar a Las Tablas de Daimiel, según la secretaria de Estado, que reveló que en algunos casos se producen captaciones irregulares, no sóo perjudiciales sino además ilegales.

La semana pasada se dio la orden de realizar el trasvase de agua que podría contribuir al caudal del parque con 10 hectómetros cúbicos, en aplicación del decreto ley vigente, al tiempo que se está llevando a cabo una acción más amplia que contempla los problemas derivados de la sobreexplotación y la contaminación por vertidos.

Narbona aseguró que esa operación de trasvase permitirá pasar de las apenas cincuenta hectáreas que ahora mismo están inundadas a cerc de ochocientas en el mes de enero, pero añadió que esa medida será insuficiente si se mantiene el régimen de sobreexplotación en los terrenos de cultivo lindantes al parque.

Para atajar este peligro, se ha puesto en marcha el proceso de declaración formal de sobreexplotación de los acuíferos, "lo cual llevará a que se tengan que regular quienes ahora mismo utilizan determinados pozos y, por supuesto, que no se autorice la apertura de nuevos pozos", explicó la secretaria de Estado.

"La 'Joya de l Corona' es Doñana", concluyó Narbona, "pero las zonas húmedas de Castilla-La Mancha merecen sin ninguna duda nuestra atención. Espero que, con estas obras hidráulicas que están previstas a medio plazo, tanto en las Lagunas de Ruidera como en Las Tablas de Daimiel, lleguemos a una estabilización de esos ecosistemas".