La declaración se prolongó desde las 17.45 hasta las 20.30 horas y en ella el terrorista, según su defensa, se ratificó en todos los contenidos de la carta que dirigió a Atutxa, en la que le pedía ayuda para su reinserción tras regresar a España, reconocía su participación en varios atentados que causaron una treintena de víctimas mortales y expresaba su rechazo a la lucha armada.

El abogado defensor del etarra dijo, después de la coparecencia, que Soares Gamboa "había reflexionado a fondo sobre la dinámica de ETA y comprendía que era una vía muerta que está agotada, y aun estando de acuerdo con su ideales, cree que la lucha armada es un sinsentido".

El abogado de Soares Gamboa afirmó que durante toda la comparecencia, que calificó de fluída, su defendido se mostró con una seguridad "aplastante", y que pretende, "tarde el tiempo que tarde", saldar su deuda con la justicia, poder algún día reintegrarse a la sociedad y seguir trabaando por sus ideales a través de métodos democráticos.

Durante la comparecencia de hoy, Soares Gamboa fue interrogado sobre aspectos de los sumarios que instruyen los jueces Baltasar Garzón y Carlos Bueren. Posteriormente se abordarán los restantes sumarios en los que está implicado.

En cuanto al contenido, su abogado afirmó que el etarra reconoció todas las acciones en las que había participado. Además, puede que se haya implicado en alguna acción más, desconocida para la justicia, aunque sobre ste último aspecto el letrado manifestó alguna duda.

Al término de la declaración, el juez Garzón pidió a los abogados que permaneciesen localizables por si el etarra tenía que comparecer nuevamente este sábado.

Soares Gamboa, alias "Dani" y "Daniel", comenzó en 1980 a colaborar con el 'comando España'. Cinco años más tarde pasó al 'comando Madrid', junto con José Ignacio de Juana Chaos, Belén González Peñalva, Esteban Esteban Nieto e Inés del Río.

Entre los atentados que se le atribuyen figra la muerte del vicealmirante Fausto Escrigas, en julio de 1985, y uno de los atentado más sangrientos de ETA, perpetrado en julio de 1986 en Madrid, en el que murieron doce guardias civiles.