La clausura de esta primera ronda tuvo un momento de gran tensión, por el incidente protagonizado por el ministro de Asuntos Exteriores sirio, Faruk Al Chara, cuando ya se levantaban todos los delegados de sus asientos.

Cuando Pankin daba por concluida la sesión, con palabras esperanzadoras para que la negociación prosiga, Al Chara pidió l palabra y replicó: "Creo que la palabra correcta aquí es que esta conferencia se cierra...hasta que vuelva a reunirse por consenso".

Este incidente fue la culminación de una mañana en la que sirios e israelíes se cruzaron todos tipo de descalificaciones. La intervención de Al Chara sembró la confusión sobre la reanudación de las conversaciones el próximo domingo.

Sin embargo, en su discurso de clausura, James Baker explicó que las negociaciones bilaterales, que en principio durarán dos días, comnzarán el domingo en Madrid por decisión de los copatrocinadores, ante la imposibilidad de que árabes y judíos se pusieran de acuerdo para decidir otra sede.

El secretario de Estado norteamericano dejó claros los frentes por los que deberán discurrir estas negociaciones, tomando como base las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: la paz no podrá alcanzarse si no hay un compromiso de negociar "territorios por paz", al que esta inevitablemente unido hablar de seguridad. Baker pareció querer decir que si Israel consiente en ceder territorios, a cambio habrá que garantizar la seguridad del Estado judío.

Posteriormente, en rueda de prensa conjunta con Boris Pankin, el secretario de Estado norteamericano manifestó que los principales obstáculos para alcanzar un acuerdo son los mismos que siempre han existido: "La hondura de las emociones" de ambos bandos, que impiden lograr avances más pragmáticos.

Finalmente, James Baker informó que abandonará Madrid el próxim lunes rumbo a California.