El estudio, realizado sobre las reclamaciones efectuadas desde 1987 a 1991, indica que el error humano es la causa principal en el 50 pr ciento de los casos de contaminación, el 65 por ciento de los accidentes personales, el 80 por ciento de daños en instalaciones y el 90 por ciento de los abordajes.

El error del oficial es el que produce la mayoría de los accidentes (25 por ciento), seguido por los fallos de los subalternos (16 por ciento), de los puertos (10 por ciento) y sus prácticos (7 por ciento).

Los factores que llevan a estos errores humanos son diversos, pero el informe destaca la falta de conocimiento o experiencia, eceso de confianza, fatiga (causa de la mayoría de los abordajes) y el aspecto "macho", que se manifiesta en la "tendencia de algunas personas a realizar acciones personales de riesgo dominadas por un afán de satisfacer su ego".

Estos fallos humanos alcanzan su máximo grado en buques con una edad de 10 a 14 años, por lo que existe mayor dificultad para operar con buques que empiezan a deteriorarse, aunque el informe matiza que los fallos humanos descienden en buques de más años.

En cuanto a los falos de los propios barcos, el estudio muestra que los buques de 10 a 20 años son los que dieron lugar a más reclamaciones, pero contra lo que se creía el 18 por ciento de los casos se dio en buques de entre 8 y 11 años y un 35 por ciento en los de 12 a 16.

Por eso, la patronal británica justifica su decisión de reducir la edad para realizar el reconocimiento de la condición del buque de 15 a 10 años de edad.

Por buques, los más afectados por fallos estructurales son los "bulk carrier", seguidos d los buques de carga en general y los petroleros.

Estos últimos barcos son los que producen la mayor parte de la contaminación marina, ya que suponen el 48 por ciento de las reclamaciones y el 61 por ciento de su valor. Asimismo, otra causa destacada son los derrames de combustible.