En la cuarta reunión de las mesas negociadoras del ERE de las tres empresas filiales afectadas (Telefónica España, Soluciones y Móviles), los representantes de UGT, CCOO y Sumados respondieron a la propuesta económica del despido colectivo que les anunció la víspera la empresa.

Los sindicatos no han recibido con agrado esa propuesta en ninguno de sus aspectos principales. La dirección ha reducido su primera propuesta en un millar los afectados, desde los 5.124 iniciales, pero les sigue pareciendo una cifra excesiva.

Asimismo, insisten en que las bajas no pueden ser forzosas, y creen que tienen que ser voluntarias con carácter universal, incluido el personal de áreas críticas.

En cuanto a las prestaciones que se establecerían, UGT señaló en un comunicado que hace falta “una mejora sustancial de las rentas propuestas”, y que las personas nacidas en 1964 formen parte del tramo de las del 1965 a 1967.

A los representantes de los trabajadores tampoco les han gustado las condiciones de la cobertura de coste de la Seguridad Social ni el tiempo de duración, ni los pormenores del seguro de riesgo y la póliza médica.

UGT avisa en el comunicado de que si en la próxima semana no se logran “avances significativos" (el lunes volverá a haber otra reunión), “difícilmente alcanzaremos un acuerdo”.

Desde CCOO señalaron que "el número de personas trabajadoras afectadas aún nos parece un exceso, exigimos la rebaja de éste".

"No nos podemos creer que una plantilla que se ha adecuado todos estos años a los avances tecnológicos que ha dado el mundo de las telecomunicaciones de manera agigantada, no sea capaz de adaptarse a los nuevos cambios que conlleva la transformación de la empresa. Así pues, seguimos creyendo que el número de personas afectadas debería ser menor y pedimos que se asuma por parte de áreas no excedentarias el excedente de otras", añade Comisiones.

Respecto a las condiciones económicas propuestas, CCOO las califica de "inasumibles". "Proponemos que se superen las condiciones de anteriores planes, por si no lo recuerdan, las rentas del último plan de suspensión individual alcanzaban el 68%, por lo que lo propuesto por la empresa queda muy lejos de las pretensiones que transmitimos, estamos en esquinas opuestas y así no hay acuerdo posible".

Para el sindicato Sumados, “nos encontramos ante un despido colectivo no voluntario, no universal y con un impacto sobre la plantilla, a nuestro entender, innecesario, inidóneo y desproporcionado”.

Sumados defiende que, de seguirse adelante con la fórmula del despido colectivo, deberá conllevar una “reducción significativa del número de plantilla afectada”, ser voluntario y universal, y “una mejora de las condiciones generales de acuerdos pasados”.