Los representantes de ambos sindicatos anunciaron que pesentarán una denuncia ante la Inspección de Trabajo, ya que consideran "fraudulenta" la actitud de la empresa.

Según los sindicatos, la empresa retiró sus mercancías y parte de la maquinaria de sus fábricas antes de abordar la suspensión de pagos y las ha trasladado a las localidades murcianas de Alcantarilla y Archena y a un almacén que tiene en Ciudad Real.

Las federaciones de Alimentación de UGT y CCOO consideran que La Molinera ha mentido y señalaron que "nos sorprende la medida porque, a pear de que existían rumores, la dirección de la empresa lo ha estado desmintiendo hasta ayer". Asimismo, anunciaron que exigirán que la empresa les dé las "oportunas explicaciones".

Por otro lado, el consejero de Fomento y Trabajo de la Comunidad Autónoma de Murcia, Alberto Requena, también expresó su sorpresa porque "desconocía que se encontrara en una situación límite".

Requena opinó que "si se ha decidido adoptar esta medida habrá sido porque es necesario" y añadió que "ahora es cuando es necesrio que la Administración brinde su apoyo", aunque también invitó a que lo hagan las entidades financieras y los sindicatos.

Por su parte, el gerente de La Molinera, Francisco Hernández Pérez, culpó al Gobierno regional de entorpecer los proyectos de la empresa y señaló que ha adoptado la medida de suspender pagos "como defensa para evitar el embargo".

El titular del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Murcia, Pedro López, decidirá mañana si admite o no la suspensión de pagos presentada. Si a admite, deberá proceder al nombramiento de los interventores que se encargarán de supervisar las operaciones que se acometan para salvaguardar los derechos de los acreedores.