Los sindicatos Comisiones Obreras, Unión General de Trabajdores, Confederación de Sindicatos de Trabajadores de la Enseñanza y Confederación General del Trabajo, así como la Federación Española de Universidades Populares y la Federación de Asociaciones de Educación de Adultos pidieron hoy al MEC que constituya una comisión de seguimiento sobre la reforma de la educación de personas adultas que supone el desarrollo de la Logse y que participen en la misma.

Según los representantes de esas organizaciones, que hoy ofrecieron una rueda de prensa en Madrid, en la autonomías del llamado "territorio MEC" (todas menos Galicia, País Vasco, Cataluña, Navarra, Comunidad Valenciana, Andalucía y Canarias) se matricularon en 1991 cerca de 240.000 personas mayores de 15 años en cursos de educación de adultos.

De ellas, 206.000 lo hicieron en enseñanza presencial o de asistencia a clase y 33.500 en educación a distancia. No obstante, esas cifras hay que rebajarlas en el 50 y el 54 por ciento, respectivamente, porque esos porcentajes son los alumnos que no llegan a termiar el curso. También hay que tener en cuenta que el "territorio MEC" representa aproximadamente el 40 por ciento de la población escolar española.

Las asociaciones señalaron que, mientras los respoonsables de Educación y Ciencia ya mantuvieron dos reuniones con las comunidades autónomas con competencias transferidas para tratar de la educación de adultos, aún no ha contestado a dos cartas suyas en las que solicitan un órgano donde puedan participar en el desarrollo de la Logse.

Las organizacionescriticaron que, a pesar de que el país cuenta con una población de cerca de 10 millones de personas analfabetas funcionales, sólo 20 de cada 100 pesetas que el MEC destina a Educación Infantil y Básica las dedica a formación de adultos.

Los representantes de los sindicatos y entidades educativas estuvieron de acuerdo con los proyectos de Educación de ligar la enseñanza de adultos con la formación profesional, aunque mostraron su preocupación de que los actuales centros de educación de adultos queden rlegados a las personas con menores posibilidades.