SINDICATOS POLICIALES DENUNCIAN EL PELIGROSO EMPLAZAMIENTO DE LA BRIGADA ANTITERRORISTA
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La Brigada Central de nformación, que se ocupa entre otros asuntos del terrorismo y está ubicada en los bajos de una casa de vecinos del centro de Madrid, pegada pared con pared con una discoteca, "no podrá reunir nunca unas buenas condiciones de seguridad, por mucho que el Ministerio del Interior lo quiera justificar", declararon a Servimedia fuentes sindicales.
"Desde que este organismo fue ubicado allí, los sindicatos venimos pidiendo su traslado a otro lugar, ya que una brigada de esas características tendría que estaren un lugar aislado y por supuesto alejada de núcleos de población, en previsión de posibles atentados", agregaron.
Cuando trascendió a la opinión pública el nuevo emplazamiento de la unidad antiterrorista surgieron los primeros problemas con las protestas de los vecinos y los propios agentes. Las fuentes sindicales consultadas indicaron que los más preocupados son los funcionarios encargados de la vigilancia del edificio.
"Al principio", agregaron las citadas fuentes, "los vecinos se alarmaron a conocer que la brigada estaba allí, pero rápidamente la dirección policial diseñó una buena estrategia para acallar las primeras protestas".
A juicio de los informantes, esta estrategia consistió en la colocación, en las mismas dependencias de la Brigada Central de Información, de una oficina de atención al público, a la que podían acudir las personas del barrio para denunciar los atracos o los robos de coches y bolsos.
"De esta forma, parte del edificio de la brigada antiterrorista era utilizad para que los ciudadanos del barrio no tuviesen que desplazarse hasta su comisaría correspondiente y, de esta manera, olvidaron los inconvenientes y las ganas de protestar", añadieron.
MUY VULNERABLE
Las fuentes citadas precisaron que este recinto policial, que guarda los archivos antiterroristas y a los propios terroristas detenidos, fueron inspeccionados por la Brigada de Subsuelos con el fin de conocer la situación de los bajos.
"El dictamen de esta unidad obligó a los responsables de Interir a reforzar algunas secciones con hormigón, porque había zonas muy vulnerables", añadieron los informantes sindicales.
Además, los mandos policiales ordenaron la adopción de más medidas de seguridad -cámaras de televisión, espejos retrovisores para ver la calle desde diversos ángulos, etc.- y acotaron el tramo de la sede policial para que nadie pudiera aparcar.
"Mientras los responsables de Interior intentan tapar las deficiencias de la zona con nuevas medidas de seguridad tecnificada", agregaro, "existe un servicio de seguridad de hombres muy reducido".
El servicio de seguridad lo empezaron a cubrir los "hombres de la Polivalente", que luego han pasado a depender de la Comisaría Central de Información.
"Allí han mandado de todo, porque como es un sitio malo, cuando piden personal, los comisarios aprovechan para quitarse a quien no les gusta", precisaron las mismas fuentes.
"Otra terrible pega es que son muy pocos, distribuidos en cinco turnos de cuatro policías cada uno, es decir,un total de 20 funcionarios: dos en la calle, otro en las cámaras de televisión y el cuarto en los calabozos, si es que hay algún etarra".
"UNA BARBARIDAD"
Los sindicatos policiales consultados por Servimedia no comprenden por qué Interior decidió instalar en una céntrica calle de Madrid la brigada antiterrorista.
"Es una tremenda barbaridad lo que han hecho", indicó un portavoz sindical, "ya que el edificio fue en otros tiempos la sección de vestuarios de la Policía y anteriormente sede del sevicio de psicología. Es decir, siempre albergó organismos de gestión".
"La gente que vigila el local está desorientada, porque hubo una promesa de Interior a principios de verano de trasladar esta brigada a unos edificios desconocidos, que todavía no han cumplido", continuó el mismo portavoz. "Lo más lógico sería reforzar los servicios de seguridad, pero la política ministerial en estos momentos va por otros caminos y no ceden a nuestras peticiones".
En su opinión, la actual política de la Direccón General de la Policía y del Ministerio del Interior es que los servicios de seguridad estén "bajo mínimos, lo justo para cubrir la seguridad de un edificio, pero sin más".
"La política manda, y ésta dice que los agentes tenemos que estar en la calle. Y como están las putas de centro, los chorizos en no sé dónde, y no sé quién más, allí vamos los policías. La seguridad se obvia y se pone bajo mínimos", concluyeron las fuentes sindicales consultadas.
(SERVIMEDIA)
07 Oct 1991
SMO