LOS SINDICATOS POLICIALES DENUNCIAN LA FALTA DE SEGURIDAD DE LAS COMISARIAS MADRILEÑAS DEBIDA A LA ESCASEZ DE PERSONAL

MADRID
SERVIMEDIA

Los sindicatos representativos en el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) denunciaron hoy la falta de seguridad existente en las comisarías madrileñas, que pone en peligro incluso la integridad de los funcionarios que trabajan en esas dependencias, como demostró la fuga de la comisaría de Centro perpetrada ayer por os delicuentes, quienes, tras apoderarse de las armas de los agentes, protagonizaron una espectacular persecución por la Gran Vía hasta que fueron detenidos.

Tanto la Unión Federal de Policía (UFP), la Asociación Nacional de Policía Uniformada (ANPU) como el Sindicato Unificado de Policía (SUP), coincidieron en señalar que esta falta de seguridad en las dependencias policiales de la capital es debida a la escasez de funcionarios existente en el Cuerpo y, más concretamente, al pequeño número de agentesque es destinado a las labores de control y vigilancia de las comisarías.

Indicaron que esta situación de inseguridad se acrecentó desde septiembre de 1991 en que el jefe superior de Policía de Madrid, Manuel García Linarejos, remitió una circular en la que ordenó que se redujera a un funcionario el número de efectivos destinados hasta la fecha a la vigilancia de las dependencias policiales, con el fin de que el resto se incorporara a un dispositivo policial desplegado en el distrito Centro con motivode la Capitalidad Cultural.

Fuentes de los tres sindicatos afirmaron que tras esta orden, el número de funcionarios que vigilaban a las comisarías y a los detenidos se redujo a prácticamente la mitad, con lo que en la actualidad en cada comisaría sólo hay una media de tres funcionarios destinados a esas labores, mientras que el resto presta atención al ciudadano.

"Con lo cual hay comisarías, como es la de la calle Luna que es de las que más diligencias y detenciones hace al cabo del año, pudiendotener diariamente 12 o 15 detenidos, que sólo tiene un funcionario en el calabozo y otro en la puerta", afirmó el portavoz de la UFP quien apostilló que "con lo cual puede pasar lo que pasó ayer".

En los mismos términos se pronuciaron fuentes del SUP, que recordaron que ya en 1991 trasladaron a sus superiores las malas condiciones que, a su juicio, reúne la comisaría de Centro, tanto en falta de personal como en condiciones de higiene de las dependencias, denunciando entonces la inhabitabilidad de loscalabozos, donde se hacinan los detenidos.

Por su parte, un portavoz de ANPU resaltó la peligrosidad que supone para los funcionarios el realizar la vigilancia de los calabozos, ya que en la actualidad esta labor de control de los detenidos es desempeñada sólo por un agente quien, además, debe facilitar la comida a los detenidos, corriendo el riesgo de ser desarmado mientras que calienta el almuerzo en el microondas.

También señalaron que en el centro de detención policial de la calle Pontejos ha para la vigilancia de los calabozos 4 o 5 funcionarios, que tienen que atender a los 100 detenidos que entran diariamente en esas dependencias, frente a los turnos de 15 o 20 hombres que había anteriormente.

HECHAS POLVO

Respecto a las condiciones sanitarias y laborales de las dependencias, los sindicatos también coincidieron en afirmar que en este aspecto son las de la zona centro de Madrid las que se encuentran en peor estado debido al antigüedad de los locales, aunque agregaron que otras de más eciente construcción tampoco reúnen mejores características. "Están todas hechas polvo", dijeron rotundamente.

A su juicio, este problema de las dependencias radica en la falta de inversiones por parte de la Dirección General de Policía para la mejora de las comisarías, "que son tercermundistas en su mayoría y no reúnen condiciones para tener detenidos".

Como solución, los sindicatos apuntaron a la dotación de medios técnicos, como cámaras de televisión de circuito cerrado, en las dependencias poiciales con el fin de suplir la carencia de personal.

Asimismo, abogaron por un aumento de la plantilla del CNP en Madrid, donde a su juicio tiene un déficit de 3.000 hombres, así como por un trasvase de los funcionarios que la actualidad realizan tareas burocráticas a destinos más relacionados con la seguridad ciudadana y la vigilancia de las comisarías.

"Creemos que esos efectivos se tienen que detraer de la gestión económica y de esos despachitos perdidos donde hay funcionarios amontonados", airmó finalmente un portavoz del SUP.

(SERVIMEDIA)
27 Ene 1993
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