El Sindicato Profesional de Policía (SPP), del que Puelles era afiliado, señaló en un comunicado que el inspector asesinado era "un ejemplo de superación personal, un hombre bueno que amaba a su familia, a su pueblo y a la institución a la que se honraba pertenecer".

"Era un policía ejemplar. Gracias a su voluntad y esfuerzo, y con la inestimable ayuda de su familia, había ascendido a oficial, a subinspector y a inspector, realizando siempre labores de gran sacrificio personal y ganándose el respeto de todos sus compañeros".

Según el SPP, Puelles era "un vasco noble y un español de corazón. Profundamente orgulloso de sus orígenes, supo proyectar su amor a su tierra en los sitios donde estuvo destinado.

"Eduardo deja un recuerdo imborrable en todos quienes hemos tenido la fortuna de haberlo conocido, de haber compartido con él noches de trabajo intenso, días de esfuerzo continuado, momentos de descanso reparadores", agrega la nota.

El SPP dice que exigirá "a este gobierno y a cualquier otro que venga detrás, que nos dote de todos los medios necesarios para que esto no vuelva a suceder, para que la vida de Eduardo sea la última que se pierda por esta causa".

Desde la Unión Federal de Policía (UFP), se señaló en un comunicado que hay que abrir "un debate interno sobre el funcionamiento de coordinación y utilización de medios, en todos los servicios policiales, que tienen que basarse en la suma de esfuerzos y una coordinación efectiva, con utilización de telecomunicaciones y centros de coordinación".

La Confederación Española de Policía (CEP) afirmó que ETA "pretende exhibir una falsa fortaleza que oculte su debilidad y los efectos que los sucesivos golpes policiales han tenido en sus diversas estructuras, a ambos lados de la frontera de España".

"Desde el dolor por la pérdida de un compañero, perfectamente integrado en la sociedad vasca, queremos lanzar un mensaje a la sociedad, para que sepa que la Policía no cejará en su labor de garantía de las libertades", agregó la confederación.