En una carta enviada al ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, los secretarios de Acción Sindical de ambos sindicatos, Ignacio Fernández Toxo y Toni Ferrer, exigen al Ejecutivo que impulse estas medidas, ya que son "un paso esencial en la batalla" para lograr conciliar la vida familiar y laboral de los trabajadores españoles.

El próximo 3 de junio, el Consejo de Empleo de Luxemburgo debatirá esta directiva, que los representantes sindicales se temen que acabe siendo sólo una recomendación y que no obligue a los estados a cumplirla.

CCOO y UGT, al igual que todas las organizaciones sindicales pertenecientes a la Confederación Europea de Sindicatos (CES), han decidido "extremar sus esfuerzos para conseguir una Directiva que mejore la calidad de vida de los trabajadores".

En este sentido, todas las organizaciones que conforman la CES "están demandando a sus Gobiernos respectivos que, bien por vía parlamentaria o por cualquier otro cauce que consideren pertinente, defiendan los resultados obtenidos en el Parlamento".