Según informó hoy el citado sindicato, esta reivindicación se recogió ya en el acuerdo suscrito entre la Consejería de Sanidad y CESM en septiembre de 2003, que pedía la jornada de 35 horas semanales para los facultativos urbanos y rurales, de manera que se les equiparara a los profesionales de los hospitales.

Sin embargo, el acuerdo se hizo efectivo para médicos de zonas urbanas y periurbanas el 1 de junio de 2004, pero quedó pospuesto para los médicos rurales por las dificultades logísticas que planteaba su aplicación en aquella fecha.

Trascurrido un año, CESM Madrid entiende que "la Administración sanitaria ha dispuesto de un plazo razonable para resolver sus problemas y que no puede discriminar a los médicos rurales de primaria por más tiempo".