Según informaron CCOO y UGT, los trabajadores del transporte público urbano son especialmente vulnerables a todo tipo de violencia y están sometidos a amenazas físicas y psíquicas, lo que produce una devaluación del servicio.

Fuentes de UGT informaron a Servimedia de que muchos trabajadores se han negado a trabajar en servicios nocturnos por miedo a sufrir agresiones, a la vez que indicaron que en algunas ciudades los servicios nocturnos de transporte público son custodiados por policías.

Ambos sindicatos han planteado la necesidad de tomar medidas para evitar este tipo de violencia, entre ellas que la víctima informe al empleador y a su sindicato.