El representante del sindicato UGT en el comité intercentros de Fasa, Fernando Mediavilla, declaró a Servimedia que la reciente visita de Josep Piqué a las factorías de Fasa en Valladolid fue una operación de imagen.

Agregó que en esa visita el ministro justificó lo que antes había hecho mal, retirar la petición de una ayuda de 1.800 millones para la factoría de Valladolid, y anunció que la pediría de nuevo en Europa.

El representante de UGT afirmó que el departamento de Piqu ha dado marcha atrás al darse cuenta de que el cierre de la factoría belga de Vilvoorde no tenía por qué influir en la situación de las plantas españolas y al conocer la opinión de la Junta de Castilla y León, empresa y sindicatos de que la situación de Vilvoorde no se arregla sacrificando la situación de las factorías españolas.

Mediavilla indicó que Piqué se ha visto presionado de algún modo en Bruselas y añadió que en todo este proceso ha influido fundamentalmente la política.

Para los sindictos de Fasa-Renault, el cierre de la factoría belga es condenable no sólo por el hecho en sí, sino también por la forma de llevarlo a cabo, en contra de la legislación belga y de las directrices del grupo a nivel europeo.

Mediavilla aseguró que los trabajadores están inquietos tras el cierre de la factoría belga, pese al optimismo que ofrece la situación en las fábricas, en las que se están manteniendo las inversiones y se está creando empleo.

En este sentido, anunció la posible celebración de asmbleas esta semana en las fábricas de Valladolid y Palencia, en las que participarían sindicalistas de la fábrica de Bélgica, para explicar la situación a los trabajadores españoles.