STES no descarta la posibilidad de exigir la retirada de productos "que, lejos de poder sr denominados juguetes, son objetos reproductores de violencia, sexismo y de conductas que no favorecen esos valores que la sociedad debiera ofrecer a los niños y niñas".

Asimismo, la confederación considera que muchos de los juguetes dirigidos a las niñas consolidan valores que fomentan las actitudes sexistas.

STES mantiene que "la única cultura que se muestra a través de la publicidad está muy alejada de la reflexión y análisis de lo que es un juego o de lo que es un juguete, y la institución ecolar no puede relegar a secundario la incorporación en su curriculum del tratamiento, de todo un discurso que se desarrolla extraescolarmente creando falsas expectativas sobre nuestra propia identidad".