Gutiérrez y Redondo hicieron estas declaraciones tras participar en Madrid en unas jornadas sobre la "Cooperación entre universidad y sindicato en la sociedad tecnológica del futuro", en las que intervino también el secretario general de Empleo, Jesús Arango, quien insistió en que la oferta del Gobierno no es una imposición.

Para los sindicalistas, la oferta del Ejecutivo supone "liquidar" el Inem en lo que debe se su función fundamental, que es facilitar la incorporación de los parados al mercado laboral, y tiende a privatizar el instituto al legalizar lo que denominaron las "empresas de prestamismo laboral" y al traspasar el pago de las prestaciones contributivas a las mutuas que se crearan para ello.

Consideran que ésto todavía es más grave si se tiene en cuenta que se propone en un momento en el que el Gobierno está anunciando un "tremendo" aumento del paro en 1993. Acusaron al Ejecutivo de intentar desentederse del problema del desempleo pasando la gestión a la CEOE y los sindicatos.

Los líderes sindicales aseguraron desconocer la propuesta del Gobierno antes de que fuera presentada ayer por el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, y pidieron al Gobierno que aclare al detalle la oferta en la mesa sobre reforma del Inem, que se reunirá mañana.

Se mostraron convencidos de que la oferta de reforma del Inem anunciada por Solchaga no la conocía ni el Gobierno ni el grupo parlamentario del POE y que el objetivo del ministro era desviar la atención en la grave situación económica que atraviesa el país "lanzando auténticas bombas que hacen saltar por los aires las negociaciones".

A juicio de Gutiérrez, "Solchaga, que tenía que explicar unos presupuestos que no le convienen a este país, ha querida sacar de la chistera un conejo y le ha salido un bicho extraño, un híbrido con todo lo malo que ha pillado de los sistemas de protección al desempleo de otros países".

"Es un regalo absolutamnte envenenado que no estamos dispuestos a tragar", afirmó el responsable de CCOO, quien se cuestionó qué gestión autónoma puede haber en un país en el que el Gobierno mantiene por ley catorce modalidades de contratación y desarrolla una política que provoca una umento del paro.

Redondo expresó su preocupación porque Solchaga lance una oferta de reforma del Inem "que ni él mismo conoce en profundidad" e insistió en la necesidad de conocer esta propuesta al detalle. "Con la confianza que me merece el Gbierno, que es menos que más," dijo, "me parece una tomadura de pelo y una provocación".

ES SOLO UNA OFERTA

Por su parte, Jesús Arango reiteró que la propuesta de ayer de Solchaga "es sólo una oferta y no una postura imperativa del Gobierno" y que la profundización y concreción de esta medida dependerá de la decisión de los empresarios y sindicatos. No quiso concretar la propuesta antes de presentársela formalmente a los agentes sociales mañana.

Explicó que el objetivo de traspasar la gestión d las prestaciones contributivas es que el Inem quede sólo como un servicio público dedicado a la colocación de los parados y manifestó que aunque los sindicatos y empresarios no acepten la propuesta las prestaciones contributivas y asistenciales pasarán al ámbito de la Seguridad Social.

Sobre las agencias privadas de colocación, dijo que son inviables en España y que lo que pretende legalizar el Gobierno son las empresas de trabajo temporal, que son empresas que existen en países comunitarios donde lo servicios de empleo son exclusivamente públicos, como es el caso de Alemania y Francia.

También se refirió al mensaje de Solchaga sobre las ordenanzas laborales y dijo que no es un ultimatum, sino una recomendación para impulsar la negociación en el primer semestre del próximo año.

Arango aseguró que la oferta de reforma del Inem del Gobierno no se hace para ahorrar y que no tiene relación con los problemas de financiación del Inem de los últimos años, ya que si así fuera, dijo, hubiera sido unaoferta compulsiva.