Algunas empresas, tanto públicas como privadas, han empezado a prohibir a sus empleados ausentarse de su puesto de trabajo para fumar, algo que, según Ramón, "pueden hacer". "Se puede prohibir la salida a fumar, ya que el empresario no tiene ninguna obligación de permitirlo", apuntó.

"No obstante, nosotros apostamos por el diálogo y el consenso para evitar situaciones de discriminación", indicó la responsable sindical. "No hay que olvidar que el tabaco es una dependencia, y en algunos casos una enfermedad. Fumar llega, en ocasiones, a ser una necesidad".

No obstante, señaló que este tipo de normativa debe hacerse en el ámbito de cada empresa, ya que no son medidas que se puedan aplicar con carácter general, dadas las peculiaridades de cada compañía.

Asimismo, destacó la importancia de impulsar planes de acción social en las empresas para ayudar a los trabajadores a dejar de fumar.