Pese a que los policías no pueden estar afiliados a sindicatos de clase, la UFP funcionará como una sección "encubierta" de hecho, aunque no de derecho, de la Federación de Servicios Públicos de UGT.

La Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de 1986, establece que los miembros del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) sólo podrán afiliarse a organizaciones sindicales formadas exclusivamente por miembros del dicho cuerpo. Además, éstas no podrán federarse con otras que, a su vez, no estén integradas por miembros del CNP.

El protocolo de colaboración entre ambas organizaciones servirá para que los agentes puedan solicitar una vivienda a través de la cooperativa de UGT, suscriban seguros de vid, se beneficien de viajes o de cursos de formación.

Además, los dos sindicatos coordinarán sus respectivas actuaciones en todo lo que afecte a las reivindicaciones del Cuerpo Nacional de Policía, cuyos miembros mantienen un contencioso con el Ministerio del Interior para mejorar sus condiciones sociolaborales.