Para la organización estudiantil, el Ministerio de Educación debería preocuparse por el descenso que han tenido las becas en la etapa de gobierno del PP, más que por la baja acogida de unos créditos pensados para estudiantes de último curso.

Jiménez criticó el escaso plazo que ha dado el Gobierno para pedir estos préstamos (concluye en noviembre) y que u cuantía máxima de 630.000 pesetas no permite encarar con tranquilidad el reto del acceso al mercado laboral.