Según esta organización sindical, el Proceso de Bolonia sólo servirá para privatizar las universidades, y la nueva selectividad hará más difícil el acceso a estudiar una carrera a los hijos de los trabajadores.

En un comunicado, la organización estudiantil acusó al Gobierno de comportarse como la derecha "cuando estaba en el poder: con despotismo y desprecio a todos los estudiantes y las organizaciones de izquierdas, y aprobando sus planes reaccionarios, pese a la masiva oposición en la calle".

Además, el sindicato acusó al Ejecutivo de estar "ausente de la situación real de la universidad y de la educación pública", y de no escuchar sus reclamos y preocupaciones.

Así, el Sindicato de Estudiantes aseguró que el Gobierno socialista tiene que abrir un "proceso de diálogo con estudiantes y profesores y así acometer una reforma de la universidad en beneficio de los hijos de los trabajadores y no de las grandes empresas".