José María Porras, secretario general de Satse-Madrid, dijo que el incumplmiento de estas disposiciones "suponen un grave riesgo para los participantes en esos espectáculos públicos, ya que lo que se inicia como lúdico finaliza en tragedia".

Según la legislación vigente, los empresarios de espectáculos están obligados a certificar la existencia de una enfermería con instrumental médico adecuado, una ambulancia (preferiblemente medicalizada), un cirujano jefe con equipo quirúrgico suficiente y un sistema de alerta conectado con el hospital donde serían trasladados los accidetados.

Porras denunció, asimismo, la "ineficacia" de los Servicios de Inspección Sanitaria, que "ponen de relieve una vez más el deplorable estado de inseguridad asistencial que sufren los ciudadanos".

El secretario general de Satse-Madrid recordó la elevada cifra de espectáculos que durante el verano y fechas inmediatamente anteriores y posteriores se celebran en la Comunidad de Madrid. "Es incomprensible", agregó, "que los madrileños asistan a estos actos creyéndose correctamente protegidos ant posibles situaciones indeseables" cuando, según Porras, las medidas asistenciales en los locales de espectáculos son insuficientes.