Según Satse, “salvo honrosas excepciones, como Andalucía, Madrid o Ceuta”, las consejerías autonómicas siguen sin apostar por la enfermera escolar, "una figura que beneficia al alumnado, sus familias y al conjunto de la comunidad educativa".

Por ello, el Sindicato de Enfermería subrayó que España sigue estando a “años luz” de numerosos países europeos y anglosajones donde la figura de la enfermera escolar está plenamente consolidada y “constituye un eslabón fundamental para garantizar que los centros educativos sean más saludables”.

“Mientras que distintos organismos y asociaciones internacionales recomiendan una ratio que no supere los 750 alumnos y alumnas por enfermera, en España su presencia es aún irrelevante, una lamentable realidad que las distintas administraciones competentes siguen sin querer solucionar aun”, destacaron desde la organización sindical.

En este sentido, recordó que, salvo algunas comunidades autónomas como Andalucía, Madrid o Ceuta, la figura de la enfermera escolar es prácticamente inexistente en los centros educativos públicos. “En el caso de Madrid, su implantación se está realizando de manera tremendamente desordenada y sin un proyecto claro al respecto”.

Satse recordó que, además de la labor asistencial y de cuidados al alumnado, las enfermeras pueden desarrollar una importante labor formativa, informativa y de sensibilización "de cara a lograr que los niños y jóvenes adquieran hábitos de vida saludables que les alejen del tabaco, alcohol o las drogas, por ejemplo, o que eviten problemas de salud, como la obesidad".

Según denunció el Sindicato de Enfermería, “las necesidades asistenciales y de prevención y promoción de la salud que existen en todos los centros educativos debería ser siempre lo primero para nuestros responsables públicos, pero siguen destinando más recursos y medios a otros ámbitos u objetivos que entienden les van a resultar más provechosos de cara a futuras elecciones”.

Satse recalcó que el coste de la figura de enfermera escolar sería de 16 euros a 20 euros por habitante al año, "un precio irrisorio si tenemos en cuenta las innumerables ventajas y beneficios en salud que conlleva su implantación generalizada". “La salud no tiene o no debería tener precio, pero para las administraciones públicas sí lo tiene, aunque suponga poner en peligro la seguridad asistencial en los centros escolares”, concluyó.

El Sindicato anunció que reforzará a partir de septiembre su estrategia de información, sensibilización “para que España deje de ser un referente, pero en negativo, cuando se habla a nivel europeo e internacional de salud y seguridad en las aulas”.