El sindicato explicó al Ministerio de Sanidad que, "de entrar en vigor el texto en sus términos actuales, carecerán de varios derechos y deberes fundamentales de los especialistas en formación como algunos relativos a salud laboral, tiempos de descanso y jornada laboral. Es un documento muy genérico, que no garantiza con exactitud varios derechos de los trabajadores".

El Estatuto del Residente pretende establecer una relación laboral especial a lo largo de un periodo concreto en el que médicos, enfermeros y otros profesionales residentes realizan una práctica profesional programada y tutelada, conforme a lo previsto en su programa formativo.

Desde este punto de vista, el sindicato afirmó que "el texto no responde a ninguno de estos criterios, pues si la formación es lo más importante no se entiende que asuntos como la regularización de los tutores, o la delimitación de los periodos de asistencia, investigación y formación no estén claramente diferenciados en la futura normativa".

El Ministerio de Sanidad apuesta por la fórmula del contrato renovable, mientras que el sindicato exigirá que la relación laboral se plantee a través de contratos completos para todo el periodo de formación.

El Estatuto del Residente beneficiará a futuros profesionales de Ciencias de la Salud en periodo de formación, como Médicos Internos Residentes (MIR) y Enfermeros Internos Residentes (EIR).

El objetivo de estos programas es que los trabajadores adquieran a través del régimen de residencia los conocimientos, técnicas, habilidades y actitudes propias de la especialidad correspondiente en Ciencias de la Salud.